martes, 14 de enero de 2014

Viaje a Tokio (II): Viaje y llegada a Tokio.

Empiezo con nuestro viaje nipón.

La primera entrada sobre los preparativos, aquí.

El sábado 9 de Noviembre el despertador nos suena a las cuatro de la mañana. Además no nos acostamos especialmente pronto, terminando las últimas cosas del equipaje y yo el viernes había salido a las nueve y media de la noche de currar. La noche anterior Un rato antes pedimos un taxi para que viniera a buscarnos a las cinco menos cuarto. Pasamos a buscar a Andrea por su casa y vamos al aeropuerto. Antes de las cinco y media estamos en la T2, y tras un fallido intento de facturar en Alitalia (con quien hemos comprado el vuelo) facturamos con AirEuropa, que es quien opera el vuelo hasta Roma. El prenda que no atiende no se entera mucho y me da la tarjeta de embarque del vuelo Roma - Narita mal, pero hasta el embarque en Roma no me doy cuenta.

Desayuno en la terminal un café con leche y un croisant, y al poco rato embarcamos. Durante el vuelo me echo una siesta porque estoy molida y vamos los tres separados, así que tampoco puedo hablar con nadie. Llegando a Roma hay un montón de turbulencias y me cojo un mareo bastante serio. Una vez en tierra, buscamos la puerta de embarque del vuelo a Narita y la encontramos bastante rápido. Después de esperar un rato (la escala era de una hora y pico) leyendo la guía de Tokio, empezamos a embarcar. Ahí es cuando empezamos a ver a un montón de japoneses ya y cuando se empieza a notar su organización, todos colocaditos en dos filas ordenadas. Al llegar mi turno la señorita me comenta que me han dado una tarjeta de embarque con un asiento que no existe y que me lo va a cambiar. Yo me cago mentalmente en el de Madrid. Cuando por fin entramos al avión, Andrea me cede su sitio, porque ellos van juntos y yo en la misma fila pero separada. Para más inri (y seguir cagándome en el de Madrid) el asiento de Andrea también lo tiene una señorita japonesa. Al final una azafata recoloca a la japonesa también y podemos sentarnos tranquilos.

Para este vuelo aprendí de los japoneses en mi otro viaje allí y vamos los tres con pantalones cómodos (de chándal o mayas) para dormir a gusto. Yo también llevo otro par de calcetines gordos porque la otra vez se me quedaron los pies helados. También llevamos un kit de viaje con una almohada hinchable, un antifaz y unos tapones. Yo sólo usé la almohada, pero nos vino bien a todos el kit. En fin, al poco de despegar nos dan una bebida y unas galletitas. Leo un rato en mi Kindle y nos dan la comida/cena, a elegir entre comida italiana o japonesa. Elijo italiana porque por delante tengo muchos días de comida japonesa (o eso pensaba yo...). Después de comer leo otro rato y consigo quedarme dormida, pero sólo media hora. Ya es de noche y llevamos como 4 horas de vuelo. Voy al baño, estiro las piernas, hablo un rato con Andrea y a volver a intentar dormir. Al final me echo otras dos siestas de media hora y luego ya no hay manera, pero intento descansar. Como una hora y media antes de llegar nos dan los papeles para inmigración y la aduana que rellenamos. Además, cuando nos estamos acercando ya a Tokio, y justo después del desayuno, vuelve a haber unas cuantas turbulencias que me vuelven a dejar el estómago del revés.

A las siete de la mañana llegamos a Narita tras once horas de vuelo y habiendo dormido unas seis horas en las últimas 48. El jet lag va a ser de traca. Pasamos el control de inmigración sin problemas, nos cogen las huellas y nos hacen una foto (mi cara es de zombi total). Después vamos a recoger las maletas. Esperando en la cinta a que salieran las maletas noto como el suelo tiembla como cuando pasa el metro por debajo, y pienso que será algo así, pero luego nos enteramos que ha sido un terremoto de 5.5, aunque el epicentro estaba lejos de Tokio. Cuando recuperamos nuestras maletas sanas y salvas (que salen de las primeras), vamos a pasar la aduana. El señor de la aduana nos pregunta alguna cosa (de dónde venimos, a dónde vamos, el propósito de la vida del viaje...) y nos deja pasar. Vamos a la estación de JR y allí compramos el JR pass del área de Kanto, que dura tres días. Nos cuestan 8000 yenes cada uno. Lo activamos en ese momento y reservamos tres asientos para el siguiente Narita Express. En el tren intento echarme la siesta, pero la emoción de estar ya en Japón es mayor que el cansancio, así que miro el paisaje, que según vamos llegando a Tokio se va haciendo más interesante y marciano.

Llegamos a Tokio Sta. Como es muy pronto para ir al hotel directamente, serán como las nueve de la mañana, decidimos ir a la oficina de billetes a reservar los shinkansen para el día siguiente que vamos a Nikko y al otro que vamos al Fuji. Hay muchísima gente andando hacia todas direcciones y esquivándonos, y me siento como un pulpo en un garaje. Preguntamos en información y una amable señorita que habla español (la única que encontraremos en todo el viaje) nos indica dónde está la oficina de billetes. Allí, nos toca el único taquillero que no habla casi inglés (qué suerte). Por suerte llevo impresos los itinerarios que queremos hacer y los números de tren con los horarios, de la página de hyperdia, y nos acabamos entendiendo (o eso creía yo...). Con nuestros billetes ya reservados nos dirigimos al metro.

El metro de Tokio parece una locura imposible de comprender, pero no es tan complicado. Todas las líneas tienen un color y una letra asignada, y todas las estaciones se identifican con una letra (la de la línea) y un número (el número de estación en la línea). Lo mejor es fijarse en eso mejor que en los nombres, porque a veces los nombres de las estaciones sólo vienen escritos en kanji o katakana. Además hay que tener en cuenta que se paga por la cantidad de estaciones del recorrido que vayas a hacer, pero saber cuánto tienes que pagar es fácil porque donde se compran los billetes siempre hay una lista de las estaciones con el precio que cuesta ir hasta allí, así que localizas la estación a la que quieres ir, ves el precio y compras un billete que cueste eso. Bueno, para no mentir, hay dos tipos de lineas de metro, las de Tokio Metro y las de Toei. Nosotros sólo cogimos una vez una línea Toei. Tienen diferentes tarifas y para hacer transbordo entre una línea de Tokio Metro y una Toei hay que pagar un billete especial de transfer. En fin, que allí en situación es más fácil de lo que parece.

Pincha para ver más grande.

Así que estamos en Tokio Sta, que es la estación M17 y vamos a Akasaka que es la C6, haciendo transbordo en Kasumigaseki, que es la M15 (o C8). El billete nos cuesta 160 yenes cada uno. Llegamos tras un trasbordo un poco infernal con las maletas a Akasaka y el hotel está a menos de 50 metros de la salida de la estación. El hotel es el Grand Fresa Akasaka. Tras un poco de susto, porque la recepcionista no encuentra mi reserva, intentamos hacer check in pero es demasiado pronto. Lo que sí nos ofrecen es guardar nuestro equipaje. Usamos el baño que hay al lado de recepción para asearnos un poco y cambiarnos de ropa.

El hotel está bastante bien. Muy cerca del metro (ya que nuestro JR pass sólo dura tres días, que vamos a estar haciendo excursiones, el resto de días nos moveremos en metro). Es de estilo occidental. Muy limpio, aunque esto es lo normal en cualquier hotel japonés. Las habitaciones son pequeñas, aunque no minísculas, y están muy bien pensadas, muy funcionales. Nos cabe hasta la maleta grande que llevamos Dani y yo.




Esta es nuestra habitación del hotel, la cama, el baño, un sitio para la maleta, un armarito para los abrigos y poco más. Con yukatas y pantuflas limpios cada día. También tenía un hervidor de agua y todo lo necesario para hacer té y agua mineral gratis en la neverita.

Ahí empieza nuestro primer día en Tokio, que contaré en la próxima entrada sobre nuestro viaje a una de las ciudades más grandes y alucinantes del mundo ;)

Para ver las otras entradas sobre el viaje:

Preparativos y presupuesto.
Viaje y llegada a Tokio.
Parque Yoyogi, templo Meiji-Jingu y Harajuku.
Nikko.
Excursión al Monte Fuji.
El palacio imperial, Ginza y Shibuya.
Shinjuku, Tokyo Government Building, Tokyo Tower y Roppongi.
Akihabara y Museo Edo-Tokyo.
Asakusa, Ueno y Shibuya.
Vuelta, resúmen y consejos.

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