domingo, 5 de julio de 2015

Chupete o no chupete. Resuelta la cuestión.

Cuando la chiquinina nació, tenía muy claro que no quería ponerle chupete porque al principio de la lactancia es peligroso y pueden confundir la forma de succionar del pecho con la forma de chupar la tetina, y bastantes problemas tuve con el enganche como para complicarlo más. Siempre he tenido claro que el chupete es un sustituto de la teta, y no al revés como dice la gente. Los bebés que se quedan rato mamando para calmarse, no "te usan de chupete", sino que alguien inventó el chupete para no tener al bebé tanto rato en la teta.

Por eso, para mi no era problema no darle chupete, no me importaba tenerla todo el tiempo que quisiera al pecho. Entonces, ¿por qué al final le he dado chupete? Pues por dos razones principalmente. La primera es que muchas noches, antes de dormir, la niña tiene mucho sueño pero no logra conciliarlo, se enfada y llora un montón. Si tiene hambre, no hay problema porque con la teta se calma. Pero si ha comido hace poco, mal. Ponerla al pecho la enfada más aún porque no sabe hacer succión no nutritiva (chupar sin que salga leche), sale leche (que además tengo mucha) y se enfada aún más porque no quiere comer, sólo quiere succionar para calmarse. La segunda es que su coordinación mano-boca mejora cada día, y empezó chupándose la mano o todos los dedos a la vez, pero últimamente se había encontrado el pulgar, y lo chupaba como si no hubiera un mañana... Y el problema es que no conozco a ningún adulto que use chupete, pero si he conocido a más de un adulto que sigue chupándose el dedo.

Entiendo que es un doble puteo: primero te puteo para que cojas el chupete (que no suele ser fácil) y luego, a los dos o tres años te puteo para quitártelo... Pero lo prefiero al dedo a largo plazo. Los bebés no suelen querer el chupete porque tienen un reflejo de extrusión, que cuando un objeto que no es el pezón se mete en la boca, lo empujan hacia fuera con la lengua. Esto les protege de ahogarse con objetos extraños. Dura hasta los 6 meses, que es cuando ya están preparados para comer sólidos. Si queremos que el bebé coja un chupete, hay que luchar contra el reflejo de extrusión.

En nuestro caso, la chiquinina no quería chupete ni en pintura. En casa teníamos varios que nos habían regalado, y alguna vez he intentado dárselo, si tenía un berrinche gordo o en el coche, pero ná de ná. Los anatómicos, de látex, ni se los podía meter en la boca, de la fuerza que hacía con la lengua, y cuando entraba le daban arcadas. Luego descubrí que teníamos uno con la tetina mucho más pequeña y de silicona, en forma de gota, que se llaman fisiológicos. Ese lo ha pillado un par de veces, una en el coche y otra vez antes de dormir. Después me dijo que pa mí, que no lo quiere. Cuando se ha empezado a chupar el pulgar, empecé a buscar información por Internet, y encontré unos en Amazon de Avent que la gente decía que los aceptaban muy bien y que se usan hasta con prematuros. La tetina tiene forma de pezón, como los de forma de redonda pero más pequeño, y de látex entero. Lo pedí por probar, aunque eran bastante caros, y me han llegado esta semana. De momento parece que lo acepta y que la forma de succionar es parecida al pecho, pero a ver si no hace como con el fisiológico, que parecía que sí y luego no.


En fin, que parece que la odisea del chupete se va a terminar. O acaba de empezar, más bien, porque luego habrá que quitárselo... Pero cada cosa a su tiempo.

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